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Nuestro alevín es un equipo muy joven, la mayoría de los jugadores son benjamines de primer año, pero forma un grupo muy competitivo.
Os voy a contar la historia del partido de alevín de este fin de semana:
Perdíamos , como era lo normal, por 3 o 4 goles en contra , cuando sale a pista un jugador del equipo contrario que le sacaba dos cabezas a los nuestros, y en las tres primeras jugadas en las que interviene, realiza tres faltas que sobrepasaban lo permitido,usando una fuerza desproporcionada para realizarlas. siendo esto consentido por su entrenador.
Cuando merimos el gol del honor ( no aspiramos a más) dicho jugador se acuerda de la madre de nuestro jugador, siendo escuchado en la grada, siendo de nuevo consentido por su entrenador.
A muchos se le llena la boca de deportividad cuando se dan resultados abultados, pero esto sobrepasa todo lo visto.
En estas categorias los árbitros deberían cortar todo tipo de violencia, pues se están formando los jugadores, y teníamos que intentar ayudar a que esto no pase.
 El problema es que estos lo permiten, son los primeros en quejarse del juego del Valongo en vite el sábado pasado.